La ermita de Santa Catalina, situada en lo alto del monte, es escenario durante la primavera y época estival de diferentes rogativas a las que acuden los vecinos de los pueblos titulares de la misma: Secarejo, Villarroquel, Azadón, Cimanes, Santiago del Molinillo, San Román de los Caballeros y Llamas de la Ribera.