En un marco incomparable como son los alrededores de la Iglesia Parroquial de San Esteban, se realiza cada año en el mes de agosto, una interesante labor de interpretación de los vecinos de Castrillo de la Reina, donde ellos mismos nos cuentan la leyenda de la tragedia que hubo en estas tierras. La historia que se narra sucedió allá por el siglo X y tiene su origen en un antiguo cantar de gesta del siglo XI.
La leyenda cuenta las rencillas y pendencias entre las familias nobles de la época, como el hijo del conde Fernán González, Garcí Fernández, y entre los dueños de la Casa de Salas. Estos tendrán siete hijos, los Siete Infantes de Lara. Las tensiones entre estas dos familias, emparentadas entre sí, les llevan a jurarse venganza.
La tragedia se vive con los hijos de Gonzalo Gustios. La traición de Ruy Velázquez y Doña Lambra en la frontera, junto con los árabes, en Almenar (Soria) y cuadros tan trágicos como son la presentación de las cabezas de estos siete infantes ante su padre; la posterior venganza del hijo bastardo de Gustios, Mudarra y hermano de aquellos que fueron traicionados por su propio tío.
Representación espectacular que llega al sentimiento del espectador.