Icnita es el nombre científico utilizado para nombrar a las huellas fosilizadas de animales tales como las de dinosaurio. Se clasifican en icnotaxones. En zonas pantanosas o húmedas, las pisadas de grandes dinosaurios, tanto herbívoros como carnívoros, quedaron marcadas, y el paso del tiempo, la desecación y los sedimentos han hecho el resto.
Durante años, los habitantes de Regumiel de la Sierra, caminaron sobre una roca situada al final del pueblo, sin que nada de la misma les resultase peculiar. No fue hasta Septiembre de 1986, que un aficionado a la Paleontología, dio la voz de aviso sobre lo que esa roca mostraba de forma indeleble: varios rastros de Dinosaurios. Más tarde aparecieron otras huellas en las proximidades. No sería de extrañar el descubrimiento de nuevos afloramientos en los alrededores.
Sabías que…
Vagaban agrupados en manadas por las orillas de los lagos y del inmenso río que cruzaba esta zona hace 120 millones de años. En el entorno de Salas de los Infantes han dejado infinidad de de muestras y fósiles que recuerdan su presencia. Sabemos que podían tener más de 8 metros de longitud y 4 de alzada, y los «tiranosáurios» podías alcanzar hasta 20 metros. Algunos de aquellos dinosaurios dejaron sus huellas en los yacimientos de Regumiel. Son varias las icnitas de grandes dimensiones encontradas. Son huellas «tridáctilas» que pueden medir entre 20 y 60 centímetros de longitud. Dicen los entendidos que el dinosaurio que dejó aquí sus huellas andaba sobre cuatro patas y no sobre dos. Otro de los yacimientos, a unos 500 metros, muestra huellas de otro tipo de dinosaurio, el «ornitópodo» de gran envergadura cuyas icnitas son de forma subcircular de dedos cortos y robustos.
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