Torrelara es un municipio muy cercano a la capital de Burgos, perteneciente Tierras de Lara. Incluida dentro del territorio de Sierra de la Demanda, destaca especialmente esta localidad por ser uno de los municipios por los que transcurre la Vía Verde Santander-Mediterráneo.
Entre los monumentos más destacados se encuentra la iglesia parroquial, en honor a San Millán, la cual sufrió dos robos hace algunos años, llevándose algunas de las piezas más importantes del templo.
Este templo parroquial es una iglesia de dos naves, articuladas en dos tramos mediante sus arcos fajones apuntados que se apean sobre pilares poligonales y cubierta de bóveda de crucería, terceletes en todos los casos con cuidadas claves, en la parte central de las bóvedas. El templo que vemos levantado en la actualidad por el tipo de contrafuertes, pilares interiores, forma de hacer las cubiertas, claves de bóvedas, motivos florales, arcos ojivales y tipos de ventana responde a una construcción tardogótica que debió estar concluida a finales del siglo XV o comienzos del XVI. Los datos disponibles indican que hubo una reforma posterior que supuso la realización de la actual portada y la apertura de la ventana, dentro de las pautas del primer barroco. En la portada podemos ver un sencillo arco de medio punto, con la línea de impostas apenas señalada, enmarcada mediante pilastras y entablamento sobre el que descarga un frontón triangular con pináculos de bolas. La torre, sin estilo definido, parece un añadido de finales del siglo XVIII o tal vez de la siguiente centuria. De lo que fuera el templo anterior, de formas románicas, nos quedan algunos de los sillares, parte del alzado de alguno de los muros y los pilares del arco toral. Ya en el interior podemos observa tres retablos. El primero de los retablos está adosado al muro norte. Es un retablo de forma clasicistas, de las primeras décadas del siglo XVII, pintado ya en la segunda mitad del siglo XVII. Su advocación es del santo Cristo. El retablo mayor se adosa al muro este del ábside. Es una obra de trazas y formas barrocas, ya del mundo rococó que situamos en la segunda mitad del siglo XVIII. Las trazas se concluyeron el año 1793 y parecen ser obra de Eusebio Ortega. La policromía es posterior, del año 1816. Las imágenes son de un retablo del siglo XVI. El tercero de los retablos se adosa al muro este. El retablo presenta formas clasicistas, de hacia mediados del siglo XVII, la estructura pese a que la policromía y el repinte parece mucho más moderno, tal vez del siglo XIX.
Como sucede en la mayor parte de los templos de esta zona uno de los objetos litúrgicos más significados es la pila bautismal. La copa tiene embocadura con decoración funicular y perlado,
gallones interiores y exteriores sobre los que encontramos una arquería de medio punto y enjutas que se ornamentan con rosetas.
